Finalmente este resulto ser un fin de semana redondito, mejor imposible, dada las condiciones de estar con todos nuestros hijos, burbuja y bellota salieron airosas.
Cuando veníamos de vuelta del estadio, con los niños gritando y el cansancio ya instalado en nuestros frágiles cuerpos, sentía la satisfacción de saber que esta noche me dormiría prácticamente feliz, nada me reconforta mas que salir apatotada con ellos, y sentir que nos disfrutamos todos mutuamente y a concho.

La madrugada del sábado la Jennifer partió a su cita, se las emplumo en busca del viejo dicho, mas vale pájaro en mano que cien volando y convencida de que mas vale un diablo conocido que uno por conocer, algo fundamental para ser aplicado en estas citas. Volvió contenta, no digamos que saltando en una pata, pero con la tarea lo suficientemente echa como para poder estar “calmadita” durante la semana, y eso ya es suficiente. ¿Dónde?.

El próximo viernes se viene con tutti, burbuja y bellota, sin hijos, y con más ganas que la chucha de pasarlo bien, cóctel que incluye todo, a buen entendedor pocas palabras.
Alguien me dejo un comentario que en pocas palabras decía “quien no las conozca pensaría cualquier cosa, ……. Pero yo las encuentro la rajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, yo solo respondo: que bueno que nos conoces, quieres comer con nosotras el viernes??
Yo no opinare acerca de si soy, o somos la raja, solo diré el que sabe, sabe.
En esta noche plagada de proverbios populares, me acompaño la música de Diego Torres, “se que hay en tus ojos con solo mirar”
SABER QUE SE PUEDE, QUERER QUE SE PUEDA, TENTAR AL FUTURO CON EL CORAZON, SE QUE LO IMPOSIBLE SE PUEDE LOGRAR.