mayo 22, 2006

El Ascensor esta malo

Esta tarde al volver de un AGOTADOR día laboral, simplemente no lo podía creer, el portero del edificio me recibió con un “ Esta malo el ascensor”, conchesumadre pensé, vengo raja, con cueva me puedo las patas y mas encima tendré que subir todos los pisos a pie, eso no hubiese sido nada comparado con llegar al ultimo piso del edificio y percatarme que las puertas del ascensor estaban abiertas en mi piso, con miedo toque el timbre, aterrada, presintiendo lo inevitable, los angelitos de mis niños se habían echado literalmente una vez mas el ascensor, volví a pensar ¿ y que chucha hago ahora?, de putiarlos, ni hablar, estoy demasiado cansada como para dar esa pelea, con cara de imbecil los mire, ellos ni ahí, ósea, fue sin querer, pensaran que soy una tarada, y esta noche sencillamente lo fui.

El día, el puto día, me dejo rebetanda, durante el día entero corrí para no fallarle a nadie, a todos les cumplí, sin embargo por momentos me falle a mi misma, sin lugar a dudas siempre duele crecer, mi tiempo propio solo se redujo a este rato donde necesito escribir, se acabaron los cafés, los puchitos a media mañana, las risas de todo y tanto, las conversaciones fortuitas, los llamados mas esperados, también los inesperados, y por tanto algo debo hacer para dosificar este trabajo y no perder aquello que me mantiene viva y con ganas de siempre dar la pelea: El Quererte, El Quererlos, El Quererme.

El fin de semana: clásico, único, nuestro. Casero todo el rato todo el tiempo, el viernes solo largas horas de Chat, mensajes y celulares, nos dijimos de todo, nos mostramos casi todo, con accidentes incluidos, como no, sin descuadre no podía ser, cierto?. Nosotras full conectadas a pura tecnología, nos reímos “de lo lindo”, que manera de pasarlo bien con tan poco, que magia en hacer de la distancia un simple sustantivo NO conjugable, no existe el tiempo, menos la distancia cuando queremos “estar”, y valga para ambos, par de “cuida conchas”, que manera de marcar presencia, puta los huevones ricos.

El sábado volví a mi casa a las 19:00, durante todo el día participe de una amena y agotadora jornada de olimpiadas scout, las hice todas, y todas bien. Al entrar a mi departamento la bellota y mi hijo mayor con un amigo me dieron en recibimiento, el ambiente de hueveo se olía desde el ascensor,- cuando estaba bueno y en el primer piso-, ósea, el local estaba definido, y así empezó a llegar la gente, de todas las edades, unos salían y luego volvían, nos comimos todo lo que había en la cocina, huevos, paltas, muchas marraquetas, puras piscolas, muchas botellas de pisco, cada persona que tocaba el timbre amablemente aportaba con una “promo”, y nos dieron las 10, las 11, las 12…………y muchas mas, como diría Joaquín sabina. Fue un clásico, único y nuestro “Carrete”, yo a las 9 de la noche seguía con la parka puesta como lista para salir, esperando la clásica llamada, y sin embargo nunca me moví de mi casa, lo que no es lo mismo que decir nunca me moví de mi cama, es distinto, como diría Alejandro Sanz,. podria decirse que fue un carrete puertas afuera, pero afuera de la pieza, no de la casa.

Gracias a todos y cada uno de los que pasaron por esta casa, donde solo y siempre encuentran amor, buena onda y una profunda y pelada de cable conversación, salud por todos los que vinieron, también por los que teniendo las ganas no pudieron estar, salud por mis amigos, salud por la vida y por siempre salud por la amistad.

Que magia en hacer de la amistad un caudal de felicidad.

En resumen, se puede trabajar y hueviar. Puta que lo estoy pasando bien.