Homenaje

Claro nunca antes hable de mi abuela, y Principalmente se debe a que ella siempre habla a través mió, nada de lo que soy seria si no tuviese estampada a fuego su esencia, el coraje y valor que le puso siempre a su vida me impacto desde tan niña, desde mis 3 años, cada año llegaba a su casa el 26 de diciembre, eran 2 intensos meses los que durante años compartimos, no en vano el día que decidí separarme fue su opinión y consejo el primero y único que si tuvo valor en mi, siempre tuvo la palabra precisa, la sonrisa perfecta y el temple necesario para enfrentar todo cuanto la vida le enviara, siempre aferrada a su fe, a la verdad como una religión y único camino de salvación.

Como olvidar aquel día de su partida, vieja cabrona, mandona y ollua, me costo tanto entender que quisiera que yo la vistiera, que apretara mi mano y me diera ordenes hasta su ultimo suspiro, vieja linda, sabia, rica, quería verse digna, sencilla, fuerte, no aflojes me decía una y otra vez, mientras mi dolor se hacia incontenible, cuando pensaba una y otra vez que era ella quien no debía aflojar, de ella aprendí entre tantas y muchas cosas, que la vida es prestada, que debemos dar lo máximo que tenemos por buscar siempre la felicidad que solo otorga la paz de actuar con verdad, de querernos como somos, de disfrutarnos, de encontrar hasta en lo feo y malo una virtud y tremenda belleza, de chica me decía “la ronca”, ella fue un regalo en mi vida, mas que abuela y madre, fue una mujer sabia e inteligente que se encargo de darle sentido a mi propia existencia, nunca un consejo sin contenido, jamás un porque si, o porque no, todo tenia un análisis, un profundo análisis, hoy y siempre me siento orgullosa de llevar viva su sangre en mi, de mi pasión por la vida, de mi aventura diaria por buscar entender todo y tanto, de “mi cuello largo”, mis manos grandes, y esencialmente de haber heredado un corazón que no titubea cuando se trata de amar y entregar amor.

Lamento no haber sabido si también de elle herede lo caliente, pienso que si, pero nadie con su extremado sentido común podría no haber disfrutado de un buen polvo, salvo a no ser que la pobre nunca haya visto la “LUZ”, capaz, porque si la vio, de seguro atravesó campos silenciosos en busca de la pasión.